Conoce nuestra Metodología.
Entendiendo que la herramienta es una réplica de un árbol, elaborado a mano, con alambre y materiales diversos, con él relacionamos los ciclos del ser humano y de los árboles, funcionando en un bosque como seres vivos, compartiendo los mismos ciclos.
Durante los últimos 9 años se ha trabajado en un proceso manual orientado en las prácticas experimentadas basadas en Arte-Terapia y Enfoque Centrado en la Persona. Así es como hemos observado a las personas beneficiadas reflexionar y enfocarse sobre su situación personal, familiar y social.
Lo anterior ha permitido ofrecer a mujeres y grupos en general tener la oportunidad de realizar una labor sin fines de lucro, que les permite resolver de manera creativa situaciones complejas.
Por lo tanto, una mujer que se da cuenta que es independiente económicamente, aprende a subsistir y a empoderarse, se percibe libre de elegir y rechazar la violencia como una forma de vida y es capaz de construir una visión principalmente para ella y sus familias.
Con la experiencia de estos años, observamos el avance de diferentes tipos de grupos, lo que nos lleva a proponer las siguientes premisas basadas en el resultado de nuestra práctica continua, que pueda ser parte del conocimiento colectivo:
– Acción en la presencia.
– Observación activa.
– Reflejo manual.
Según el psicólogo croata, Mihàly Csíkszentmihàlyi, cuando una persona está inmersa completamente en una actividad específica, con objetivos claros, por ejemplo al acomodar el árbol de manera independiente y creativa, la persona logra un estado mental que él denomina “Flujo”.
Cuando se está en el estado de Flujo, el foco de conciencia se reduce a la actividad misma, logrando que la acción y la conciencia se fusionen. Ese estado hace que la persona enfoque al máximo su energía, concentre su mente, reduzca sus niveles de estrés y libere una significativa cantidad de endorfinas logrando un alto grado de bienestar que influye positivamente en su accionar en la vida.
Recurrimos al símbolo del árbol por lo que representa la existencia de este ser vivo.
Además, en el libro escrito por Jean Shinoda Bolen, “Sabia como un árbol” (pág. 180), hace referencia al psicólogo sueco, Gustav Jung, en su libro “The Philosophical Tree”.
Jung comenta que, “tanto en Oriente como en Occidente, el árbol simboliza un proceso vivo de iluminación, y si consideramos que el mandala es símbolo del sí- mismo, visto en una sección transversal, el árbol representaría una vista de su silueta: el sí-mismo como proceso de crecimiento”.
Jung sintetizó los significados habituales que tiene un árbol como símbolo personal: “las asociaciones más comunes con su significado son el crecimiento, la vida, el despliegue de forma en sentido físico y espiritual, el desarrollo, el crecimiento de abajo arriba, y de arriba abajo, el aspecto maternal (protección, sombra, cobijo, frutos nutritivos, fuente de vida, solidez, permanencia, firme arraigo, pero también “clavado al suelo”), la vejez, la personalidad y finalmente, la muerte y el renacimiento”.- (Obras completas de C.G. Jung, 1967).
Emociones
El lenguaje corporal es una de las reacciones que los seres humanos utilizamos para comunicarnos con nuestro entorno, principalmente con otras personas y algunas veces con nosotros mismos.
Mi Árbol es la réplica de un árbol que funciona como instrumento proyectivo que propone auto reflexión.
Con el uso manual constante, logrando que el árbol se sostenga por sí mismo, la persona descubrirá simbólicamente una nueva forma de observarse, para así comunicar adecuadamente lo importante, pero “después de haber reflexionado”.
A veces las emociones no son fáciles de expresar con palabras.
Beneficios
- Su beneficio surge cuando al utilizarlo manualmente, dándole forma a su estructura, a su gusto, la persona puede reflexionar y expresar desde su interior algún sentimiento o emoción.
- Podrá exteriorizar manualmente una situación para enfrentarla de manera más creativa.
- Descubrirá que el empoderamiento es una práctica consciente y diaria.
- La persona tomará sus propias decisiones, sin influencia externa, enfocada en solucionar su problemática, sentimiento o emoción, por ende a sentirse mejor.
- Luego entonces, será capaz de darle forma a esta “herramienta simbólica”, como Reflejo de Vida y Desarrollo de Conciencia, como instrumento proyectivo del propio yo.
- Con el uso individual y frecuente de la herramienta la persona podrá observarse y saber que es libre de tomar decisiones conscientes y que es responsable de ellas.